¿Quién va a ganar las próximas elecciones de Honduras 2025?
Por M-Politik, Firma Global de Estrategia Política
30 de noviembre de 2025. Un día que puede redefinir al país.
Hay fechas que pesan. Fechas que parecen gritar la historia incluso antes de que ocurran. Honduras vive una de ellas.
Durante más de siete meses hemos recorrido barrios, comunidades, montañas, mercados, reuniones cerradas y caravanas interminables en un país que nos ha regalado emociones, certezas, dudas y aprendizajes. Falta poco para que llegue ese domingo en el que millones de hondureños se harán la misma pregunta:
¿Quién va a ganar las elecciones presidenciales de 2025?
No es una pregunta técnica. Es una pregunta humana, cargada de ansiedad, esperanza y temor. Y, como ocurre siempre en América Latina, no basta con revisar encuestas: hay que entender el comportamiento real del votante.
Las tres fuerzas, los “independientes” y un tablero polarizado
En la línea de salida hay tres bloques definidos:
Partido Liberal – Salvador Nasralla
Partido Nacional – Nasry Juan Asfura Zablah (Papi a la Orden)
Partido Libre – Rixi Moncada (Oficialismo)
Y dos fuerzas “independientes” que no rompen el mapa, pero sí lo distorsionan.
Las encuestas muestran una fotografía clara y, al mismo tiempo, engañosa:
❓Algunas colocan a Salvador Nasralla con una ventaja de 11 puntos sobre el oficialismo.
❓ Otras muestran un segundo lugar muy competitivo, con “Papi” Asfura a cinco puntos de Nasralla.
❓ El oficialismo aparece resistente, aunque sin el impulso suficiente para liderar.
Pero el verdadero misterio no está ahí.
Está en un terreno casi invisible.
El factor decisivo: los indecisos que no viven de la política
Este es el grupo que más influye y, paradójicamente, el que menos entienden las campañas.
Ese 10–11% de hondureños que:
no militan,
no asisten a concentraciones,
no siguen líderes,
no consumen análisis políticos
no discuten ideologías.
Son personas comunes:
La madre que trabaja todo el día y vota por intuición.
El empresario que observa quién luce menos corrupto.
El adulto mayor que apuesta por el candidato que siente más cercano.
El joven que decide según lo que ve en TikTok.
El ciudadano silencioso que se define por una conversación, un gesto o un mensaje directo.
Ese votante —el más subestimado— suele decidir la elección, no el que grita más ni el que llena calles.
Y lo decimos con autoridad: pasó en Colombia, pasó en Perú y pasó en México. Honduras no será la excepción.
El error de siempre: campañas obsesionadas con el voto duro
La mayoría de campañas en América Latina cae en el mismo error:
Caravanas para convencer a los ya convencidos.
Reuniones con los mismos liderazgos de siempre.
Promesas repetidas para nichos que no cambian de opinión.
Estrategias enfocadas en llenar fotos, no en persuadir.
Mientras tanto, los indecisos no reciben un mensaje diseñado para ellos, porque no van a esos eventos ni siguen los rituales tradicionales de la política.
Sin embargo, son ellos quienes inclinan el país hacia un lado u otro.
¿Qué definirá el 30 de noviembre? El pacto oculto del votante silencioso
En todas las democracias existe lo que llamamos “el pacto oculto”: esa decisión íntima, privada y silenciosa que termina definiendo a una nación.
No la marca una caravana.
No la decide una radio.
No la define una sede de campaña.
La decide una persona sola, frente a una urna.
El 30 de noviembre Honduras puede revivir lo que ocurrió en 2017: una jornada donde la polarización puede intensificarse si la información no fluye con claridad y rapidez.
¿Quién va a ganar? La respuesta que todos buscan y pocos dicen
Las encuestas ofrecen una fotografía.
El territorio ofrece otra.
Y el comportamiento del votante ofrece una tercera, muy distinta. Con base en nuestra experiencia en campañas presidenciales en la región, podemos decir que:
⛔ Ese 11% de indecisos será decisivo.
⛔ Elegirán estabilidad, no conflicto.
⛔ El factor emocional pesará más que la ideología.
⛔ TikTok y redes sociales influirán más que los debates.
Con todo eso en la mesa, nuestra proyección es clara:
El candidato con mayor probabilidad de ganar es Salvador Nasralla.
¿Por qué?
Porque en un país tan polarizado, el votante silencioso —ese hondureño que observa, calla y decide al final— se inclina por la opción que siente menos peligrosa para su vida diaria. No quiere peleas ideológicas ni quiere repetir lo mismo. Quiere un respiro.
Nasralla se posiciona como ese cambio posible:
no extremo, no continuidad, y con una percepción pública que lo ubica como “menos riesgoso”.
Cuando el cansancio pesa más que el miedo, ese votante se mueve hacia quien ofrece un cambio caminable, no un salto al vacío.
Un domingo largo: nadie sabrá el ganador en la misma noche
En Honduras, quien anuncie primero “ganamos” toma ventaja narrativa, incluso antes del conteo oficial.
Con 19.157 Juntas Receptoras de Votos, más las del exterior, las actas no llegarán al mismo tiempo ni se procesarán con la misma velocidad. Hay zonas rurales donde pueden tardar horas… o días.
Por eso el país podría necesitar entre 3 y 8 días para confirmar un ganador.
Lo vivido en 2017 dejó una cicatriz, y estará presente nuevamente.
Movilización: la clave más subestimada
Sin voto obligatorio, la participación depende de la capacidad de mover gente. Y en las zonas alejadas pueden aparecer:
❌ Interferencias externas.
❌ Compra de movilización.
❌ Desinformación dirigida en comunidades pequeñas.
Las campañas que no controlen el Día D, el flujo de actas y la data en tiempo real arriesgan la elección.
Honduras merece un ganador que piense como país, no como partido
Ganar una elección es como ganar una partida de ajedrez:
al final, extiendes la mano, reconoces el resultado y avanzas.
Honduras merece eso.
Una transición limpia.
Un liderazgo que gobierne para todos.
Claves Finales del Cierre Histórico que Vivirá Honduras:
El clima emocional del votante, la volatilidad interna, la presencia de indecisos y la fragilidad estructural del sistema electoral convierten estas elecciones en un caso único.
Desde M-Politik, nuestra evaluación final es esta:
✔️ Honduras entrará a 2026 más polarizada, pero será el votante silencioso quien defina el rumbo.
✔️ El resultado dependerá de la narrativa del Día D y del manejo de la información.
✔️ Y la victoria —probablemente— quedará en manos de quien hoy conecta mejor con el indeciso: Salvador Nasralla.
Honduras está por escribir un nuevo capítulo en su historia democrática. Y ahí estaremos: analizando, explicando y acompañando un proceso que influirá en toda América Latina.
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Jose Suarez
/ Dir. de Proyectos, CEO M-politik/
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